Sevilla, 28 de abril de 2017. Miguel Anaya Martín se ha alzado con la séptima edición del Premio “cicCartuja – Ebro Foods” gracias a su propuesta de dispositivos solares basados en perovskitas ABX3. Este galardón reconoce el trabajo realizado por jóvenes investigadores menores de 31 años que previamente han publicado artículos científicos en revistas de gran prestigio internacional relacionadas con áreas como la Química, la Bioquímica o la Ciencia de Materiales.
La ceremonia de entrega del Premio cicCartuja–Ebro Foods ha tenido lugar esta mañana en el Salón de Actos del Centro de Investigaciones Científicas Isla de la Cartuja (cicCartuja). Al acto han asistido autoridades del mundo de la ciencia y el entorno universitario, así como de la industria y de la política local, autonómica y nacional. Entre ellos, la Secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, Carmen Vela; el Consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano; el Presidente del CSIC, Emilio Lora-Tamayo; y el Rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castro.
Por su parte, como director de cicCartuja, Miguel Ángel de la Rosa ha destacado el “objetivo múltiple” del Premio cicCartuja-Ebro Foods, convirtiéndose con el paso del tiempo en “una pieza clave en la estrategia diseñada para dar a conocer a la sociedad, a la empresa y al público en general las actividades científicas del cicCartuja”.
Todas las autoridades han coincidido en el esfuerzo y la valía del talento joven y en la importancia de la ciencia para la evolución de España, donde se coordina el 15% de los proyectos científicos europeos. El Presidente de Ebro Foods, Antonio Hernández Callejas, ha reivindicado el papel de la empresa privada en I+D+I, siendo en muchas ocasiones el motor inversor de iniciativas como el galardón concedido hoy.
Por su parte, el Consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, ha anunciado durante el acto la implantación futura del Plan Andaluz de Investigación. Esta medida engloba, entre otros aspectos, la inclusión de planes de excelencia dirigidos a la investigación, la convocatoria de 1300 contratos para menores de 30 años en universidades andaluzas o la simplificación de los trámites burocráticos.
Miguel Ángel Castro, rector de la Universidad de Sevilla, ha destacado que la publicación científica de calidad es “un logro personal” y que “de nada sirven grandes infraestructuras sin la labor de nuestros investigadores”. Castro también ha dado las gracias a todos los premiados por hacer del talento científico una “institución” y ha aprovechado para anunciar su intención de expandir sus acuerdos de colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), una noticia celebrada por el Presidente del CSIC, Emilio Lora-Tamayo.
Por último, Carmen Vela, secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, ha compartido con todos los asistentes su entusiasmo por iniciativas como ésta y hecho hincapié en el carácter social de la ciencia, concebida por y para los ciudadanos.
La óptica impulsa las celdas solares de perovskita hacia nuevos horizontes
Miguel Anaya firma el primero de los artículos distinguidos en esta séptima edición del Premio. Publicado en Advanced Materials, una de las revistas científicas de mayor índice de impacto en el campo de la Ciencia de Materiales, este artículo presenta un amplio estudio sobre celdas solares de perovskita. Gracias a los diseños ópticos propuestos por Anaya y su grupo de investigación, se han conseguido dispositivos con eficiencias que rozan el 21%, un valor muy cercano a los límites físicos y todo un hito científico a día de hoy.
Desde el 2012, las celdas solares de perovskita han revolucionado el campo de la fotovoltaica, ya que pueden competir directamente con tecnologías tan asentadas en nuestra vida como la de las celdas solares de silicio.
Según un informe especial producido por el World Economic Forum, la perovskita y sus aplicaciones se encuentran dentro de las 10 principales tecnologías emergentes de 2016. Tres son las razones que sustentan este argumento: su obtención, más sencilla, barata y menos contaminante que la del silicio; su eficiencia, con la que se pueden lograr cifras récord; su ligereza y flexibilidad, lo que hace que las celdas a base de este material sean idóneas para integrarse en edificios con cualquier forma geométrica.
Miguel Anaya, que en este momento está vinculado al grupo de investigación de Materiales Ópticos Multifuncionales del ICMS, también ha solventado en su artículo la falta de estabilidad que venía caracterizando a estos materiales, un hecho que supone dar un paso más hacia su pretendida industrialización y hacia el asentamiento de esta nueva tecnología cuyo avance es vertiginoso. Actualmente, esta línea de investigación se erige como uno de los campos más activos en Ciencia de Materiales.
Un sensor para el seguimiento de procesos de fermentación
El segundo trabajo galardonado está firmado por el investigador Manuel Oliva Ramírez y se desarrolló en el Grupo de Nanotecnología de Superficies del ICMS, dirigido por Agustín Rodríguez González-Elipe. En la actualidad, Oliva está contratado como investigador postdoctoral en el Instituto Leibniz para Nuevos Materiales de Saabrücken, Alemania.
Su artículo, publicado en la revista ACS Nano, ha merecido el primer accésit del Premio “cicCartuja – Ebro Foods”, gracias al diseño de un dispositivo microfluídico que determina la concentración de azúcares en líquidos durante los procesos de fermentación. Este hecho es muy importante, ya que el control de la calidad y transformación de líquidos en la industria alimentaria son actividades básicas. Además, el modelo propuesto por Oliva y su grupo se caracteriza por no usar aditivos en el proceso de análisis de líquidos y disoluciones.
Desde una perspectiva industrial, los fundamentos de este aparato se han protegido por una patente y ya se ha construido un prototipo pre-comercial de funcionamiento automático, cuyo uso se ha probado con éxito. Su transferencia industrial se está negociando en la actualidad por parte del CSIC y en este momento existen varias empresas interesadas en su adquisición para aplicaciones reales.
Transformando el CO2 de manera controlada y eficiente
Por último, el segundo accésit del Premio “cicCartuja – Ebro Foods” ha sido para el sevillano Pablo Ríos Moreno, investigador del Instituto de Investigaciones Químicas y adscrito al grupo ‘Diseño de moléculas organometálicas y aplicaciones’. Ríos, cuyo artículo aparece en ACS Catalysis, ha desarrollado catalizadores de níquel, un metal barato y muy abundante en la tierra, capaces de obtener formaldehido –derivado del CO2- de manera selectiva.
El formaldehido es un compuesto es de gran utilidad, tanto en la industria, como en los laboratorios de investigación, ya que se emplea, entre otros procesos, en la fabricación de desinfectantes, en las industrias farmacéutica y textil e incluso en la tecnología de celdas de combustible.
Pese a su gran versatilidad, la síntesis del formaldehido no es tarea fácil, de ahí la importancia del catalizador que Ríos presenta en el artículo premiado. Al ser capaz de sintetizar el elemento de una forma más respetuosa con el entorno –temperaturas y presiones más suaves-, éste se erige como una alternativa óptima a los procesos empleados actualmente en la industria química. Por otra parte, el uso de catalizadores de níquel implica que el proceso sea mucho más barato, algo que no se había conseguido hasta ahora, dado que los procesos actuales acarrean costes mucho más elevados.
Cuantía del premio
Desde 2010, el Centro de Investigaciones Científicas Isla de la Cartuja ‒centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Junta de Andalucía y Universidad de Sevilla‒ y Ebro Foods conceden estos premios destinados a impulsar la trayectoria de los investigadores noveles que trabajan en cicCartuja. En esta séptima edición, la dotación del Premio “cicCartuja – Ebro Foods” alcanza los 20.000 euros, de los cuales 10.000 euros son para el ganador, 5.000 euros para el primer accésit y otros 5.000 para el segundo accésit. Dichas cantidades han sido donadas por la compañía Ebro Foods, la cual ‒a través de su presidente, Antonio Hernández Callejas‒, ha apostado por la excelencia científica de los jóvenes investigadores del cicCartuja y por la transferencia del conocimiento desde el laboratorio a la sociedad.
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