Sevilla, 5 de marzo de 2018. El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, y la delegada de Igualdad, Juventud y Relaciones con la Comunidad Universitaria, Myriam Díaz Rodríguez, han mantenido hoy un encuentro con las principales instituciones que realizan investigación pública en la ciudad -Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Universidad de Sevilla (US) y Universidad Pablo de Olavide (UPO)- y un grupo de quince investigadores e investigadoras con una dilatada trayectoria en la I+D en la ciudad. Durante la reunión, que ha tenido lugar en el Centro de Investigaciones Científicas Isla de la Cartuja (cicCartuja), se han presentado los datos de la I+D proveniente del sector público en Sevilla y se han abordado conjuntamente las fortalezas de la ciencia pública en Sevilla, así como algunas de sus debilidades.
En este evento, las instituciones han estado representadas por Miguel Ferrer, delegado institucional del CSIC en Andalucía; Bruno Martínez, vicerrector de Investigación y Transferencia de tecnología de la UPO; y Ricardo Chacartegui, director del Secretariado de Promoción de la Investigación y Cultura Científica de la US. Asimismo, los investigadores e investigadoras convocados al mismo pertenecen a las tres instituciones mencionadas y han sido Javier Rojo, del Instituto de Investigaciones Químicas (IIQ/CSIC) y actual director del cicCartuja; Asunción Fernández, del Instituto de Ciencia de Materiales de Sevilla (ICMS/CSIC); José Luis Gómez-Skármeta, del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (CABD/CSIC); Rosa Ríos, del Centro Andaluz de Biología y Biomedicina Regenerativa (CABIMER/CSIC); Pilar Ostos, del Departamento de Historia Medieval y Ciencias y Técnicas Historiográficas de la US; Alejandro Conde, del Departamento de Física de la Materia Condensada de la US; Francisco Javier Pérez Royo, del Departamento de Derecho Constitucional de la US; Federico París, del Departamento de Mecánica de Medios Continuos y Teoría de Estructuras de la US; Ana María Troncoso, del Departamento de Nutrición y Bromatología, Toxicología y Medicina Legal de la US; Sofía Calero, catedrática de Química física de la UPO; Agnès Gruart, catedrática de Fisiología de la UPO, Manuel González de Molina, catedrático de Historia Contemporánea de la UPO; Juan Manuel Cortés, catedrático de Historia Antigua de la UPO; Fátima Navas, profesora titular de Geografía Física de la UPO; y José Luis de Justo Alpañés, presidente de la Real Academia Sevillana de las Ciencias (RASC).
En opinión del alcalde de Sevilla, Juan Espadas, el objetivo de este encuentro ha sido poner en valor y visibilizar la ciencia que se hace en la ciudad de Sevilla. “Estoy absolutamente comprometido en cambiar la forma de pensar en torno a esta ciudad”, apuntó Espadas. Añadió también que una de las tareas del Ayuntamiento en este sentido podría ser participar en conjunto con las instituciones presentes en el acto, CSIC, UPO y US, en espacios internacionales de ciencia y tecnología.
Miguel Ferrer, investigador y delegado institucional del CSIC en Andalucía, afirmó que su institución mantiene una relación estrecha con la ciudad, no solo por el elevado número de centros de investigación adscritos en la capital hispalense, sino porque por ejemplo, la US es la universidad española con la cual el CSIC mantiene un mayor número de centros mixtos. Recordó que además de la investigación, el CSIC apuesta por la divulgación científica en Sevilla a través de la actividad que se desarrolla en el Museo Casa de la Ciencia.
Por su parte, Bruno Martínez, vicerrector de Investigación de la UPO, recordó que su universidad es la más reciente de la ciudad y en ella las jóvenes generaciones de investigadores han tenido una enorme responsabilidad en su construcción y captación de proyectos. “El Ayuntamiento puede colaborar en la participación de proyectos de redes en el ámbito de la Unión Europea”, añadió. Enfatizó que es muy importante el “lobby” que desde el Consistorio se pueda realizar para poner en relación a Sevilla con otras ciudades en el ámbito de la ciencia.
Ricardo Chacartegui, director del Secretariado de Promoción de la Investigación y Cultura Científica de la Universidad de Sevilla, recordó que la hispalense, con setenta mil miembros, está totalmente involucrada con la investigación que se hace en la ciudad. También apuntó que es necesaria una carrera científica estable y reconocible sobre todo de cara a las próximas generaciones de jóvenes investigadores.
Rosa Ríos, investigadora del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer) apuntó que el Ayuntamiento podría servir como intermediario entre los investigadores y el empresariado de la ciudad para crear relaciones.
Por su parte, Juan Manuel Cortés Copete, catedrático de Historia Antigua de la US, enfatizó en la importancia de dar visibilidad al patrimonio cultural de la ciudad, como por ejemplo el tesoro de Carambolo, como forma de cambiar la percepción de la ciudad a nivel internacional.
Federico París Carballo, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la US, enfatizó en la importancia de inculcar a los niños los principales hitos en ciencia y tecnología de la ciudad.
Los datos de la I+D pública en Sevilla
Aunque siempre se ha apuntado que la cantidad no es sinónimo de calidad, los datos numéricos pueden servir para dibujar una dimensión del peso de la ciencia en la ciudad. En ese sentido, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), sumando la financiación procedente de proyectos nacionales del Plan Estatal y autonómicos e internacionales, alcanzó cerca de 35 millones de euros dedicados a la ciencia en sus centros e institutos de Sevilla, según datos extraído de la Memoria 2016 (http://bit.ly/1o7cFeF) de la propia institución.
Por su parte, durante el curso 2016/2017, la Universidad Pablo de Olavide (UPO) invirtió cerca de 30 millones de euros en actividades de investigación, sumando fondos nacionales e internacionales. En concreto, 20,67 corresponden a proyectos ejecutados ese año y otros 8,54 a proyectos internacionales que aún están ejecutándose, tal como apunta la última memoria de investigación y transferencia de tecnología (http://bit.ly/2t5XSyu) de este centro de estudios.
Asimismo, la Universidad de Sevilla (US) dedicó en el año 2016 a la investigación más de 32 millones de euros procedentes del Plan Estatal, los planes autonómicos, los proyectos internacionales, los contratos con otras entidades, su plan propio de investigación, según indica la Memoria 2016 (http://bit.ly/2HYnjFI) de su Vicerrectorado de Investigación. Estos datos no incluyen la inversión en infraestructuras ni en recursos humanos que realiza la US. Es pertinente apuntar que el Informe IUNE 2017 de la actividad investigadora de las universidades españolas sitúa a esta casa de estudios en cuarto lugar a nivel nacional en ingresos totales en I+D+i, con un monto en el último quinquenio de casi 60 millones de euros.
Se debe acotar que cada institución elabora sus memorias estadísticas de forma independiente, tomando en cuenta e incluyendo los parámetros que estiman conveniente, por lo que algunos datos no son del todo susceptibles de hacer comparativas; no obstante, de forma estimada se podría afirmar que la I+D+i pública en la ciudad de Sevilla mueve una cantidad anual cercana a los 100 millones de euros. Un monto que permite a unas 8000 personas del CSIC, US y UPO desarrollar sus proyectos entre profesores y científicos funcionarios de plantilla, personal con doctorado contratados para proyectos específicos, técnicos, personal de gestión y administrativo, así como estudiantes en etapa de formación pre-doctoral
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